..fue este verano, en Mallorca. En una cala perdida, delante del mar. Observando el baile de las olas, dejando que la espuma del agua subiera por mi espalda y que el salitre tocara mis labios dejandome un dulce sabor a ella.
Alli, rodeada de arena, de agua y de los brazos de mi amor, alli senti por un momento que es la libertad. No importaba nada ni nadie. No habia mundo, no habia hora, no habia cadenas. Solas tu y yo, y un eterno mar. Abandone mi cuerpo, abandone la vida terrenal, tocando con la punta de mi alma el extraño placer que da la libertad. Pero, Dios que poco dura lo bueno.
Y ahora, encerrada en esta ciudad con calles sin salidas, encerrada en estos dias repletos de rutinas que ya he vivido, a veces, solo a veces, mi piel se extremece y me recuerda que una vez supe que es la libertad.
Y esa tonta sensación de libertad...
lunesPublicado por Carol en 7:31
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